jueves, 29 de marzo de 2012

Enfrentando Diferencias en la Iglesia (II parte)


"Y hubo tal desacuerdo entre ellos que se separaron el uno del otro; Bernabé tomando a Marcos, navegó a Chipre, y Pablo, escogiendo a Silas, salió encomendado por los hermanos a la gracia del Señor, y paso a Siria y Cilicia, confirmando a las iglesias."
Hechos 15:39-41

Este es un tema de vital importancia para la iglesia, debido a que la comunión entre los hermanos es vita para que la obra de Dios avance según la voluntad de Dios. Muchas iglesias son afectadas porque los creyentes no saben manejar sus diferencias de una manera bíblica y cuando esto se enfrenta en cualquier otra forma, puede obtenerse un "buen resultado" pero ese no es el propósito de nosotros como cristianos. Tenemos que usar las herramientas que el Señor nos dejó si es que vamos a recibir recompensa. Es cierto que tenemos un discernimiento y debemos usarlo, pero ese discernimiento debe descansar sobre principios bíblicos que le permitan a los creyentes enseñar lo aprendido a otros y mantener así una uniformidad doctrinal a lo largo de generaciones. Si usted es un creyente, su deseo será andar en la voluntad de Dios y no simplemente hacer las cosas según su parecer. Le invito a continuar estudiando este tema y si lo desea envie algún comentario y con gusto lo publicaremos.
Pablo y Bernabé, tuvieron un desacuerdo, y dice la Biblia que fue "tal desacuerdo" que se separaron. Pablo y Bernabé no estaban siendo movidos por una disputa vana y trivial, estaban planeando un segundo viaje misionero, estaban poniéndose de acuerdo para una tarea que está en el centro de la voluntad de Dios. Cuando tenemos un desacuerdo con algún hermano, puede ser incluso dentro de nuestra familia es una situación delicada debido a que hay algo que va más allá de nuestros intereses que esta involucrado. La obra de Dios requiere el cuidado de todos y si perteneces (como es correcto) a una iglesia local, tu conducta en relación a otros dentro de la congregación es de vital importancia para la obra que se desea realizar. Dios no obrará de la misma manera en una iglesia que esta enferma debido a rencillas de cualquier naturaleza que en una donde hay un ambiente de comunión y esto es algo que nosotros debemos cuidar.

No se trata simplemente de tener un ambiente agradable, se trata de la obediencia a lo que la palabra de Dios dice que el propósito de que el Espíritu de Dios esté llenando a los que se congregan en una determinada iglesia. Sin llenura de Espíritu Santo no hay poder para salvación de las almas. La unanimidad es un requisito fundamental para que se manifieste el poder de Dios en medio de una congregación. La enseñanza puede ser muy completa, profunda y ortodoxa pero, sin comunión es imposible hacer una obra digna del llamamiento que Dios nos ha hecho.

Usted es responsable de usar las herramientas que Dios le ha dado en beneficio de las almas de los perdidos, de sus hermanos y claro esta de usted mismo. Cuando permitimos que ira tome control de nosotros pecamos, si pecamos, tenemos que ir a nuestro abogado y confesar, pero, confesar implica un acto consciente donde no solo digo el mal que he hecho sino también me comprometo a dejar tal actitud con la ayuda de Dios. Es posible que usted tenga razón en el reclamo que hace pero, perder la cordura es pecado, no está bien, usar como excusa una supuesta constitución de temperamento, es solo una mentira que nos impide aceptar la realidad y solo prolongará el padecimiento de los que están cerca y el de uno.

Mucho hemos tenido problemas con la ira en un principio pero, el Señor ha ayudado para venir a ser semejantes a Cristo en mansedumbre y humildad, la carne siempre estará allí, pero el Espíritu Santo también, así que podemos tener confianza que los cambios serán poderosos, firmes y nos sentiremos satisfechos.

Lo primero que debemos notar es que debe haber un entendimiento de cual es la diferencia que esta trayendo la situación de conflicto, mucho problemas pueden evitarse si evitamos hablar antes de oír (Pr 18:13), es muy probable que si tomamos un poco más de tiempo para entender bien lo que el otro esta diciendo o el razonamiento para su proceder podemos responder más sabiamente. No se apresure a corregir lo errores de los demás, hay cosas que es mejor dejar pasar, cuando dejamos pasar alguna palabra mal dicha, una ofensa o mala acción no estamos siendo inconsistentes con nuestra fe, la biblia dice que debemos recibir al débil en la fe pero no para contender sobre opiniones, puede ser que mi manera de expresar algo sea ofensiva a otro pero no necesariamente es pecado, los hermanos no tienen que pensar como yo ni hablar como yo. El pecado está claramente definido en la biblia y debo denunciarlo pero si algo no es pecado sino que corresponde a situaciones producto de nuestra humana debilidad entonces debo tener cuidado como voy a enfrentar esa diferencia, es posible que baste con usar tolerancia.

Todo tiene su tiempo, la impulsividad en responder y el apresuramiento en meternos en pleito siempre nos conducirá al dolor y la angustia. Meditemos sobre lo necesario o no de hacer alguna observación, es posible que estemos viendo alguna situación momentánea que no se repetirá y por apresurarnos generamos una discusión que terminará de mala manera.

Pablo y Bernabé discutían específicamente si habían de llevar a Juan Marcos (sobrino de Bernabé) en su viaje. Ya había desertado una vez y es posible que Pablo pensara que no era confiable y por eso no quería llevarlo pero, Bernabé pensaba en darle otra oportunidad, ninguna de las dos posiciones era pecado, simplemente tenían puntos de vista diferentes y como a ninguno de los dos le pareció que podía haber conciliación, tomaron la decisión más sana, separarse, luego más adelante, Juan Marcos tuvo el privilegio de escribir el primero de los evangelios y fue útil en la obra hasta el punto de que el mismo Pablo lo mandara a llamar.

Si la situación que se te presenta debe discutirse pero no se ve que pueda haber conciliación, ninguno tiene derecho de despreciar al otro o de imponer su opinión sobre otro, no había nada en la palabra que Bernabé o Pablo estuvieran quebrantando solo tenía puntos de vista diferentes. cada uno continuó trabajando para el Señor y luego la diferencia se resolvió. Tomate un tiempo a solas y seguramente encontrarás paz suficiente como para volver a establecer la relación bien pronto.

Espero que esto pueda ser de ayuda a muchos, la próxima semana continuaremos con el tema. Dios les bendiga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Efesios 4:29