viernes, 16 de marzo de 2012

Momentos de dificultad

"Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez, y dijo:
Invoque en mi angustia a Jehová, y él me oyó; Desde el seno del Seol clamé  Y mi voz oíste."
Jonás 2:1-2

Somos cristianos, hemos creído al Señor, hemos pasado de ser opositores a ser siervos, pero, aún nuestra voluntad carece de la perfección que tendremos una vez que nuestra redención se complete hasta llegar a ser todo para lo que hemos sido llamados, como dice la escritura, "cuando esto incorruptible se vista de incorrupción", ciertamente, anhelamos ese día pero mientras hay muchas cosas que pueden ocurrir. En el texto que hemos usado en esta oportunidad vemos el resultado de malas decisiones de Jonás quien resistió el llamado de Dios a ir a predicar a Nínive y por voluntad de Dios, las circunstancias hacen que su desobediencia, su pecado lo lleve al vientre de un gran pez. Es posible que hoy estés bien y de repente mañana te halles "en el vientre del pez" o tal vez ya lo estas, como sea tu condición, veamos como la palabra puede guiarnos aún en la peor de las condiciones.
No hay salida fácil para muchas situaciones, como cristiano y como pastor ha experimentado y visto momentos de mucha angustia y dolor en los cuales tememos aún por nuestra vida, en cierta forma hay siempre alguna manifestación de pecado que esta relacionada a cada situación, ningún hijo de Dios disfruta ni desea el pecado en su vida, la nueva naturaleza cambia nuestra visión en cuanto al pecado, pero la biblia nuestro advierte que debemos permanecer velando y orando porque el pecado siempre esta muy cerca. No me parece buena idea esta buscando y mirando el pecado en todas partes, nuestra vigilancia no debe exceder nuestra adoración, la adoración es el todo del creyente, pero por causa de estar en la carne la Biblia nos dice que debemos mirar como andamos, así que lo que debe ocupar nuestra mayor atención es Cristo mismo, luego también debemos asegurarnos por medio de la palabra de estar siendo agradables a él para no envanecernos.
La aflicciones son parte de nuestra vida en Cristo, es incorrecto que como creyentes pensemos en llevar vidas alejadas del padecimiento, aflicción y sufrimiento, Para que un cristiano crezca necesita pasar por pruebas y tribulaciones, hay mucho gozo unido a estas situaciones que de otra manera no llegaríamos a experimentar.
No hay duda que esto momentos de padecer siempre vendrán como consecuencia del pecado, a veces será como en el caso de José, que fue vendido por sus hermanos, no hay duda que fueron años difíciles pero al final Dios mostró su propósito y José puedo entenderlo, pero, también tenemos el caso de Jonás, el fue rebelde al llamado de Dios y no siguió la instrucción que se le dio sino que por el contrario se fue en otra dirección. Cuando somos rebeldes a la voz de Dios sin duda, habrá consecuencias, de diferentes formas y maneras, Dios nos hará ver el resultado de nuestro proceder. No necesariamente lo hacemos con conocimiento, puede ser por ignorancia de la palabra de Dios, pero, aún así está mal, también puede ser el resultado de miedos o hábitos aprendidos, de muchas formas y maneras el pecado nos afecta y a veces nos puede llevar al mismo foso de la desesperación.
¿Qué podemos aprender de Jonás? Primeramente, tenemos que reconocer que ha llegado el momento de rendirnos, cuando estamos en dificultades solemos resistir la idea de la pérdida, queremos rescatar algo para no perderlo todo, pero, Jonás supo que era el momento, antes había estado durmiendo en medio de la tormenta, había estado eludiendo el fracaso de su intento de escapar, así también nosotros muchas veces intentamos evadir y hacer como si nada está pasando, solo prolongarás el dolor, el problema no se irá, aunque te parezca que ha terminado, en el momento que menos lo pienses alguien vendrá a despertarte y recordarte que hay una tormenta afuera y que tu no deberías estar durmiendo, muchas veces vemos problemas recurrentes en creyentes, alguien tiene problemas con "ser ofendido" cuando una ofensa llega a su vida se desanima y no quiere seguir, lo animamos y al poco tiempo vuelve a ocurrir, tienes que aceptarlo hay un problema y no puedes evitarlo para siempre.
Luego viene lo más importante, ir a Dios, es es la fuente de la adversidad y de la bendición, en Dios no hay maldad, en nosotros si y muchas veces altercamos con el único que nos puede ayudar, si has reconocido que hay un área en tu vida que de continuo te lleva al fondo entonces quédate ahí, no intentes salir por tus medios e invoca a aquel que puede librar de la muerte, está en el fondo para que clames no para que luches, ya vendrá el momento de obrar, pero en el momento en que te sientes atado de pies y manos y que no hay remedio, rindete y clama al Señor.
En el caso de Jonás no parece haber mucho que pudiera hacer y no siempre será así con nosotros, hay momento donde lo malo aparece como una opción para salir de la dificultad y seguramente hasta estés justificando hachos que sabes que están mal, do des un paso más, todo lo que el hombre sembrare eso también segará, no hay ningún bien en dejar a un lado el temor a Dios.
Por último, confía, no fue inmediatamente que Jonás salió del vientre del pez, el se rindió y clamó al Señor, Dios le oyó, pero aún así no apareció mágicamente en la playa sino que al cabo de cierto tiempo fue llevado por la misma circunstancia que lo amenazaba a la seguridad de la orilla y entonces fue restaurado al llamamiento que se le había hecho y vi´+o resultados aunque no vio ningún bien en ellos pero esa es otra historia.
Concluimos entonces, hermano que aunque somos salvos estamos sujetos a pasiones que nos pueden hacer errar el camino de diferentes formas y cuando esto ocurre, es necesario reconocer que estamos en una situación que no tiene salida sin desviarnos a hacer lo malo, por ejemplo, responder mal, de mala manera cuando hemos sido descubiertos en alguna falta no ayudará en nada a salir de la situación. Cuando estamos en dificultades busquemos con todo el corazón que Dios nos ayude, invoquemos su nombre confesando nuestros pecados y el oirá y por ultimo, aunque no es inmediato, tengamos confianza que Dios obrará para bien y ese momento llegará, no mágicamente o de inmediato, pero llegará, ninguno que confía en Dios será avergonzado.
Amado hermano si deseas añadir alguna palabra de edificación por favor contactamos, Dios les bendiga a todos lo que en todo lugar invocan el nombre del Señor. Amen

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Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Efesios 4:29