"Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo."
Efesios 4:32
Una de las mayores dificultades en nuestras relaciones es el PERDONAR. Esta es una de las lecciones más útiles que podemos recibir de parte de Dios. Muchas veces en nuestra vida dentro de la iglesia necesitaremos hacer uso del perdón. Muchas situaciones se prolongan en el tiempo y nos hacen llevar vidas sin gozo debido a que no sabemos perdonar. A veces pensamos que perdonar es olvidar y en cierta forma si, pero, los recuerdos permanecen ahí, lo que "olvidamos" son los sentimientos que fluyeron en aquel momento y que dieron origen a la necesidad del perdón.
El texto que citamos es muy apropiado ya que nos da la clave para aprender a perdonar de una manera sencilla. "COMO DIOS TAMBIÉN OS PERDONÓ A VOSOTROS EN CRISTO. ¿Eres salvo? entonces Cristo te ha perdonado, puedes aprender a perdonar a todos siempre. Recuerda que si no hay perdón, hay rencor y el rencor es pecado.
¿Recuerdas cuando recibiste la salvación? el sentirnos perdonados completamente pudo haber sido parte de la experiencia o no, pero seguramente lo has experimentado. El perdón es una experiencia muy agradable cuando lo perdonan a uno y es muy agradable también cuando perdonamos.
Hay situaciones en la que lamentablemente recibimos ofensas, no todas ellas pueden ser resueltas de la manera que quisiéramos, cuando no perdonamos nos enfrentamos a un gran peligro, vivir en amargura. la amargura es algo que muchas veces no es visible, podemos vivir en amargura por años sin que nadie se de cuenta pero nuestro gozo se ha ido. Llegado el momento la amargura hará lo suyo, contaminará a otros, muy posiblemente nuestra familia y personas cercanas, esto es muy malo y debemos evitarlo, la solución es el perdón. Recuerda también que es probable que la persona que te ofendió ni siquiera se haya dado cuenta de su error.
Cuando alguien nos causa algún mal, lo primero que viene a nuestra mente es JUSTICIA, sentimos la necesidad que se haga justicia, que se nos haga restitución por el agravio, nos parece que es la única o al menos la mejor opción. Esto no es cierto, hay otras opciones mejores, hacer misericordia, humillarnos ante Dios que permitió el hecho para nuestro bien son caminos muy excelentes. Perdonar es necesario siempre en estos casos.
Cuando no perdonamos estamos en pecado. Es importante entender que no hay motivo para no perdonar ya que es un acto voluntario en el cual dejo a un lado la retaliación, y ceso de guardar en mi corazón pensamientos y sentimientos que no edifican sino que más bien destruyen. Guardar el enojo va en contra de la palabra de Dios que expresamente dice: quítense de vosotros TODA amargura, enojo... por lo tanto al no perdonar podemos afirmar que el pecado ha entrado en nuestra vida y no se irá hasta que perdonemos.
¿Cual es la clave para perdonar? El perdón de Cristo. El perdón de Cristo fue completo sin reservas, fue gratuito y fue voluntario. Cristo nos perdonó todos los pecados, no dejó nada en nuestra cuenta, nos perdonó nuestros pecados pasados, presentes y futuros, no debemos nada a Dios. Cristo nos perdonó gratuitamente, no fue porque le pedimos perdón, su perdón fue otorgado sin mirar nuestros méritos o deméritos, su perdón no se concedió a cambio de algo, no dimos nada a Cristo para que el nos perdonara, solo reconocimos nuestra falta pero esta no fue la causa sino PORQUE EL QUISO, además Cristo nos perdonó voluntariamente, no tenia porque hacerlo, no había ninguna consecuencia (para él) si no nos perdonaba, no tenia nadie quien pudiera obligarlo, fue un acto de amor voluntario que no tuvo otra causa que ese mismo amor.
Cuando perdonas las ofensas de otros honras a Dios, perdonar nunca será malo delante de Dios. Ciertamente, no debemos ser indulgentes, si alguien ha hecho mal, debo ser honesto y decirlo pero, nuestra humana naturaleza siempre quiere ir más allá, queremos que la persona reconozca su error pero no por su bien sino por el nuestro, nos ponemos orgullosos y hacemos DEMANDAS, EXIGIMOS y si es necesario AMENAZAMOS, tenemos que vencer al otro, nos convertimos en el que carga la espada y esto se vuelve una necesidad en nosotros y mientras estamos en este estado mental somos presa de "muchos ataques" que no son otra cosa que la manifestación de Dios tratando con nosotros hasta que aprendamos a dejar ir al ofensor una vez que hemos cumplido nuestro deber bíblico.
¿Se aplica esto a todos los casos? SI, siempre debemos perdonar como Dios nos perdonó, completamente, gratuitamente y voluntariamente, si eres de Cristo puedes perdonar así, esto traerá de nuevo la paz y el gozo que has perdido a tu corazón, será una experiencia liberadora. Cuando no perdonamos es equivalente a mantener prisionera a la persona y quitarle todo privilegio, perdonar es equivalente a dejar libre al ofensor y recuperar nuestra libertad porque mientras no perdonamos no somos libres. Dios les bendiga y ayude en todo. Amen.
El texto que citamos es muy apropiado ya que nos da la clave para aprender a perdonar de una manera sencilla. "COMO DIOS TAMBIÉN OS PERDONÓ A VOSOTROS EN CRISTO. ¿Eres salvo? entonces Cristo te ha perdonado, puedes aprender a perdonar a todos siempre. Recuerda que si no hay perdón, hay rencor y el rencor es pecado.
¿Recuerdas cuando recibiste la salvación? el sentirnos perdonados completamente pudo haber sido parte de la experiencia o no, pero seguramente lo has experimentado. El perdón es una experiencia muy agradable cuando lo perdonan a uno y es muy agradable también cuando perdonamos.
Hay situaciones en la que lamentablemente recibimos ofensas, no todas ellas pueden ser resueltas de la manera que quisiéramos, cuando no perdonamos nos enfrentamos a un gran peligro, vivir en amargura. la amargura es algo que muchas veces no es visible, podemos vivir en amargura por años sin que nadie se de cuenta pero nuestro gozo se ha ido. Llegado el momento la amargura hará lo suyo, contaminará a otros, muy posiblemente nuestra familia y personas cercanas, esto es muy malo y debemos evitarlo, la solución es el perdón. Recuerda también que es probable que la persona que te ofendió ni siquiera se haya dado cuenta de su error.
Cuando alguien nos causa algún mal, lo primero que viene a nuestra mente es JUSTICIA, sentimos la necesidad que se haga justicia, que se nos haga restitución por el agravio, nos parece que es la única o al menos la mejor opción. Esto no es cierto, hay otras opciones mejores, hacer misericordia, humillarnos ante Dios que permitió el hecho para nuestro bien son caminos muy excelentes. Perdonar es necesario siempre en estos casos.
Cuando no perdonamos estamos en pecado. Es importante entender que no hay motivo para no perdonar ya que es un acto voluntario en el cual dejo a un lado la retaliación, y ceso de guardar en mi corazón pensamientos y sentimientos que no edifican sino que más bien destruyen. Guardar el enojo va en contra de la palabra de Dios que expresamente dice: quítense de vosotros TODA amargura, enojo... por lo tanto al no perdonar podemos afirmar que el pecado ha entrado en nuestra vida y no se irá hasta que perdonemos.
¿Cual es la clave para perdonar? El perdón de Cristo. El perdón de Cristo fue completo sin reservas, fue gratuito y fue voluntario. Cristo nos perdonó todos los pecados, no dejó nada en nuestra cuenta, nos perdonó nuestros pecados pasados, presentes y futuros, no debemos nada a Dios. Cristo nos perdonó gratuitamente, no fue porque le pedimos perdón, su perdón fue otorgado sin mirar nuestros méritos o deméritos, su perdón no se concedió a cambio de algo, no dimos nada a Cristo para que el nos perdonara, solo reconocimos nuestra falta pero esta no fue la causa sino PORQUE EL QUISO, además Cristo nos perdonó voluntariamente, no tenia porque hacerlo, no había ninguna consecuencia (para él) si no nos perdonaba, no tenia nadie quien pudiera obligarlo, fue un acto de amor voluntario que no tuvo otra causa que ese mismo amor.
Cuando perdonas las ofensas de otros honras a Dios, perdonar nunca será malo delante de Dios. Ciertamente, no debemos ser indulgentes, si alguien ha hecho mal, debo ser honesto y decirlo pero, nuestra humana naturaleza siempre quiere ir más allá, queremos que la persona reconozca su error pero no por su bien sino por el nuestro, nos ponemos orgullosos y hacemos DEMANDAS, EXIGIMOS y si es necesario AMENAZAMOS, tenemos que vencer al otro, nos convertimos en el que carga la espada y esto se vuelve una necesidad en nosotros y mientras estamos en este estado mental somos presa de "muchos ataques" que no son otra cosa que la manifestación de Dios tratando con nosotros hasta que aprendamos a dejar ir al ofensor una vez que hemos cumplido nuestro deber bíblico.
¿Se aplica esto a todos los casos? SI, siempre debemos perdonar como Dios nos perdonó, completamente, gratuitamente y voluntariamente, si eres de Cristo puedes perdonar así, esto traerá de nuevo la paz y el gozo que has perdido a tu corazón, será una experiencia liberadora. Cuando no perdonamos es equivalente a mantener prisionera a la persona y quitarle todo privilegio, perdonar es equivalente a dejar libre al ofensor y recuperar nuestra libertad porque mientras no perdonamos no somos libres. Dios les bendiga y ayude en todo. Amen.
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Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Efesios 4:29