sábado, 2 de junio de 2012

Poniendo Toda Diligencia IV (Contra la Apostasía)


"vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento, al conocimiento, dominio propio; a dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros ya abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo"
2a Pedro 1:5-8

En esta oportunidad hablaremos del conocimiento. Muchos piensan que el conocimiento es el resultado del estudio y esto es cierto en el caso de todo aquello que no pertenece al reino de Dios. Los escribas y fariseos sentían tener conocimiento debido a su meticuloso estudio de las escrituras, sin embargo nuestro Señor Jesucristo continuamente las decía: ¿NO HABÉIS LEÍDO? y los dejaba perplejos continuamente. El conocimiento del que habla este pasaje y muchos otros es aquel que procede de la experiencia la cual es el resultado de los tratos de Dios con nosotros y nuestros tratos con el, es decir en nuestra intimidad con Dios. Cuando nuestro Señor Jesucristo dijo que la vida eterna consistía en conocer al Dios verdadero no se refería a algún curso de discipulado o algún tipo de estudio especial, se refería al conocimiento que es el resultado de vivir en la presencia de Dios buscándole continuamente, claro que está implícito que el estudio es un medio para alcanzar dicho conocimiento aunque no necesariamente el conocimiento será el resultado del estudio.


Vemos en este versículo una escalera ascendente en añadir, el primer paso es la fe, pero esta fe va seguida de virtud y a estas se les añade CONOCIMIENTO. Es importante este conocimiento ya que como afirma este mismo pasaje, si estas cosas abundan en nosotros no nos dejarán estar ociosos en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. El conocimiento de nuestro Señor Jesucristo es la meta y en el camino necesitamos que el trate con nosotros y aprendamos a conocer como debemos conducirnos delante de él, nuestro andar es el resultado de nuestro CONOCIMIENTO, por esto hablamos aquí de un conocimiento experimental. Todo el que ha orado sabe que es importante saber como orar, todo el que ha predicado sabe que es importante saber como predicar, todo el que ha estado en una iglesia sabe que es importante saber como tratar a cada hermano y todo el que ha ganado almas sabe que es importante presentar el evangelio de una manera apropiada a cada persona aunque las verdades espirituales sigan siendo las mismas.
Este conocimiento es el que se nos señala aquí, la virtud o deseo de hacer las cosas excelentemente nos conduce a desear saber como conducirnos en cada situación. El cristianismo requiere de más que buenas intenciones, es necesario CONOCIMIENTO. Usted puede leer muchos libros de homilética y estudiar así todo lo que concierne a la predicación de la palabra de Dios, pero, cuando asume la tarea se da cuenta que no sabe como hacerlo, sin embargo comienza a orar y predicar y a medida que ora y predica va adquiriendo CONOCIMIENTO. Así en cada cosa que hacemos en nuestra vida espiritual, necesitamos la experiencia de hacer y meditar y orar para alcanzar el verdadero CONOCIMIENTO.
¿Deseas este CONOCIMIENTO? entonces tienes que pagar el precio, esto significa que no será fácil. Solo Dios da este conocimiento, es su propiedad exclusiva, puedes hacer las cosas muchas veces y estudiar mucho pero no aprenderás a menos que la unción venga sobre ti y te enseñe. El Espíritu santo que todos tenemos desde el momento que creemos en Jesucristo como salvador y Señor, nos enseña e instruye en el CONOCIMIENTO. No hay seminario o instituto, no hay escuela ni maestro que pueda hacer esta obra y te costará, tendrás que buscarla de corazón.
Vivimos en días donde se predica un evangelio que raya en lo absurdo por causa de personas que dicen tener conocimiento pero son el resultado de muchas horas de estudio académico más no de pasar tiempo con Dios, nos hacen falta hombres como George Muller, D.L Moody, Juan Wesley, E.M Bounds y muchos otros que conocieron como hacer cada tarea de parte de Dios, estamos por el contrario llenos de cursos y seminarios, institutos y escuelas de pastores, abundan las conferencias de igle-crecimiento, liderazgo, y hasta "cursos de milagros" (que cosa tan extraña... ¿Como enseñan a hacer  milagros?). Pero nada de esto sirve en cuanto a adquirir CONOCIMIENTO.
Amado hermano, nuestro crecimiento espiritual, nuestra conducta en la iglesia, nuestro ministerio, nuestras relaciones familiares y laborales y todo, necesita CONOCIMIENTO, y solo Dios nos lo puede dar. Es importante el estudio pero, mucho más el pasar tiempo a solas con Dios, orando y meditando en cada asunto para así, añadir CONOCIMIENTO. No vivamos de apariencias, vivamos en Cristo y haremos proezas. Dios les bendiga amados hermanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Efesios 4:29